La clave para tener tu casa siempre en buen estado es hacer un mantenimiento adecuado de los muebles.
Una de las mayores virtudes de los muebles de madera es que un simple toque puede devolverles su aspecto original. La madera es una material natural con variaciones de color, configuración, malla y estructura del grano. Cada pedazo individual de los muebles tiene marcas características.
Algunas partes plásticas de computadoras, calculadoras, teléfonos y otros productos, contienen un plastificación que puede decolorar o ablandar el acabado de laca de los muebles. Siempre se debe usar un tapete debajo de estos artículos para prevenir la decoloración o ablandado de la laca.
Con respecto al ambiente es conveniente mantener el espacio en el que se encuentran sus muebles debidamente humedecidos. La carencia de humedad, generalmente en los meses de invierno o en climas secos, puede hacer que ciertas chapas se agrieten. La madera agradece cierta temperatura y humedad (alrededor de 22º C con un 40 por ciento de humedad). La madera no debe situarse cerca de los aparatos de calefacción o de aire acondicionado. Éstos quitan la humedad necesaria de sus muebles y la extraen hacia fuera.
Otra cuestión no menos importante es el desplazamiento de los muebles. Hay que tener mucho cuidado al moverlos y levantarlos en vez de empujarlos lateralmente, ya que esto causa tensión en las ensambladuras. En el caso de las mesas, lo aconsejable es levantarlas por la base o patas en vez de la sobremesa, ya que ésta puede desprenderse o aflojarse. De la misma forma, las sillas deben levantarse por la base del asiento en vez de los brazos o la parte posterior del espaldar.